El poeta admira la
sabiduría divina en el movimiento de los astros y el de la tierra, causado por
la disposición del zodíaco, respecto al ecuador. Entran Dante y Beatriz en el
cielo del Sol, donde están, más brillantes que el mismo astro, como una corona,
doce espíritus sabios. Santo Tomás de Aquino nombra a los otros once, que en
ronda danzan y cantan una melopea celestial las almas cantan un himno triunfal
llena de sabiduría aquí no se juzga a nadie para su propia salvación de las
alamas. Dante observa el resplando de las almas y queda maravillado entonces empieza a preguntar a que se debe esta luz al contorno de las almas un amigo de Beatriz le explica acerca de esto y le dice que estas almas estan purificadas de todo mal y también es un aviso para que esta pase al paraíso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario